sábado, 1 de junio de 2013

Articulos de investigacion

Articulo # 1

Descubren un mecanismo de división celular clave para nuevas terapias contra el cáncer
EUROPA PRESS      
LUNES, 21 DE MAYO DE 2012

Investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) han identificado el mecanismo que permite a una proteína poder regular un proceso clave en la mitosis, el proceso que ocurre inmediatamente antes de la división celular, lo que abre la puerta al desarrollo de terapias específicas y directas contra el cáncer.
El trabajo, que avanza la edición digital de la revista 'Journal of Cell Science', se basa en que las células de todos los organismos crecen y se dividen en dos células hijas mediante una sucesión ordenada de eventos que se denomina "ciclo celular".
   Las células tienen que completar cuatro procesos principales durante el ciclo celular: crecer (Fases de G1 y G2), duplicar el DNA (Fase S), segregar los cromosomas (Fase M, mitosis) y dividirse (citocinesis).
   En la fase de replicación del ADN se duplica el material genético y, posteriormente, durante la mitosis las células separan los cromosomas duplicados entre las dos células hijas.
Sin embargo, a pesar de su importancia, se conoce muy poco de la regulación de la salida de mitosis.
En el artículo, el grupo de investigación de Ciclo Celular del IDIBELL, coordinado por Ethel Queralt, descubre un nuevo mecanismo de regulación de la salida de mitosis.
En trabajos previos, el grupo de la doctora Queralt describió por primera vez la participación de la proteína Zds1 en la mitosis, que coopera con la separasa para asegurar la correcta herencia genética de unas células a otras. En el estudio, se profundiza en el mecanismo molecular por el cual esta proteína Zds1 regula la mitosis y contribuye a que la segregación de los cromosomas sea la correcta.


Articulo # 2
Reproducción sin machos:
partenogénesis en lagartijas
* Federico Arias. IBIGEO-CONICET y Facultad de Ciencias Naturales, UNSa.
Artículos
La partenogénesis es un proceso natural llamativo, donde poblaciones unisexuales pueden reproducirse sin que se produzca la fertilización del óvulo. El término partenogénesis fue impuesto por Owen (1849) y viene del griego: partenos = “virgen” y génesis =“origen”, lo que quiere decir reproducción virginal.

En la reproducción sexual, donde hay aporte genético de un macho y de una hembra, las células germinales (gametos) se forman por un mecanismo de división celular denominado meiosis. En este proceso una célula diploide (2n, par cromosómico) experimenta dos divisiones sucesivas, denominadas meiosis I y meiosis II, generando cuatro células haploides (n) con la mitad de la información genética. En el transcurso de la primera división celular (meiosis I) se produce el entrecruzamiento cromosómico que produce la recombinación cromosómica (Fig. 1). Por lo tanto, las gametas femeninas y masculinas durante la fertilización forman una nueva célula diploide que se desarrollará en un individuo.


Figura 1: En la parte superior se muestra la división meiótica normal, con el producto final de células haploides. En la parte inferior se muestra la duplicación de cromosomas por premeiosis, generando células diploides.

La reproducción partenogenética, en el cual se forma descendencia a partir únicamente del material genético contenido en la célula germinativa femenina, se produce de diferentes formas en los distintos linajes del reino animal. Soumalainen et al. (1987) propone tres tipos de partenogénesis:
  1. Haploide: donde los individuos se formar a partir de un óvulo haploide. Este tipo de partenogénesis ocurre en nemátodos, rotíferos, homópteros, coleópteros, himenópteros y arácnidos. Si la progenie producida es masculina se denomina “arrenotoquia”. Por el contrario, si es femenina se denomina “telitoquia”.
  2. Apomítica: donde el conjunto de cromosomas no sufre reducción meiótica. Ocurre en cnidarios, platelmintos, nematodos, insectos, arácnidos, rotíferos, moluscos, anélidos, crustáceos y peces.
  3. Automitótica: los cromosomas se aparean, se produce el entrecruzamiento y se forman los bivalentes o pares cromosómicos (en organismos diploides). La restauración de la diploidia se puede producir por la duplicación pre-meiótica de cromosomas (Fig. 1), o una vez finalizada la división meiótica por fusión de los núcleos. Este tipo de reproducción ocurre en insectos, arácnidos, anélidos, salamandras, anuros y reptiles. Tanto en la duplicación cromosómica como en la fusión nuclear (ambos procesos automíticos, descriptos en el caso 3, el número cromosómico es reducido normalmente por meiosis pero el apareamiento de los cromosomas homólogos permite mantener la heterocigosis.


Partenogénesis en lagartijas

La partenogénesis es un tipo de clonación, donde cada hembra produce hijas hembras sin intercambio de material genético con los machos. Por lo tanto, en la progenie todos los individuos son hembras con el mismo contenido genético de la madre. Una de las primeras especies de lagartijas partenogenéticas estudiadas fue Lacerta saxicola (Darevsky, 1962). Posteriormente se incrementaron notablemente los estudios sobre poblaciones unisexuales (Lower and Wright, 1966; Maslin, 1971; entre otros) y actualmente, se conocen 40 especies partenogenéticas, comprendidas en ocho familias de lagartijas y dos de serpientes (Tabla 1). Se ha propuesto que la mayoría de estas, parecen haber sido originadas por el resultado de la hibridación (reproducción) de dos especies sexuales que no representan, necesariamente, grupos hermanos o estrechamente relacionados.
La mayoría de las especies híbridas (descendientes) son diploides, pero en algunas, el ovocito producido por el híbrido diploide no sufre reducción en el número de cromosomas y cuando es fecundado por un espermatozoide, produce un embrión
tripoide (Fig. 2).


Figura 2: Cariotipo tripoide de Lepidosoma percarinatum, 3n= 66 (Pellegrino et al., 2003).

Figura 3: Proceso evolutivo de la partenogénesis.
Adaptado de Crews, 1998.




El origen de una especie triploide ha sido estudiado en lagartijas del género Aspidoscelis, característica de la herpetofauna del Centro y Norte de América. La especie triploide Aspidoscelis uniparens, abundante  en los desiertos de New México, desciende por hibridación inicial de dos especies con reproducción sexual: A. inornata x A. burti, lo que genera una población partenogenética diploide que se cruza, nuevamente, con una hembra de C. inornata (Fig. 3). Como consecuencia, dos tercios del genoma tripoide de la especie partenogenética descendiente es derivado de A. inornata, ancestro maternal (Wright, 1993).
Se han reconocido varias especies partenogenéticas que no tienen origen híbrido, sino que son generadas espontáneamente. En este caso, el origen de este mecanismo de reproducción se habría producido de manera espontánea a partir de una población ancestral bisexual. Ejemplos de estos los encontramos en algunas especies de geckos, gimnoftálmidos o en el dragón de Komodo (Varanus komodoensis, Watts et al., 2006) (Fig. 4).


Figura 4: Especies partenogenéticas sin origen
híbrido: A) Lepidodactylus lugubris (geco).
B) Varanus komodoensis (dragón de comodo).
C) Gymnophthalmus underwoodi (gimnoftálmido).
 
  Por otro lado, se registró un caso de partenogénesis facultativa (donde la hembra tiene la capacidad de alterar entre reproducción sexual y partenogénesis según presiones externas) en reptiles. En la gran serpiente pitón (Python molorus bivittatus, Grootet al., 2003) se observó que la misma tiene la capacidad de reproducirse partenogenéticamente y sexualmente. Por lo que este sistema representa una instancia de no-híbrido inducido de partenogénesis facultativa.

En Argentina solo se registró un caso de reproducción por partenogénesis de la lagartija Teius suquiensis, que se encuentra en la provincia de Córdoba y alrededores (San Luis, Santa Fe y Santiago del Estero). Está especie unisexual se habría originado por el cruzamiento de dos especies con reproducción sexual, Teius teyou x Teius oculatus (Ávila y Martori, 1991).
Recientemente, se encontró en la provincia de Mendoza una población de lagartijas pertenecientes al género Liolaemus (Iguania), donde todos sus integrantes son hembras, tripoides y presentan la partenogénesis como mecanismo reproductivo (Abdala etal. datos sin publicar). Lo llamativo de este increíble hallazgo es que esta especie sería la única dentro del gran grupo Iguania (con más de 1000 especies) que presenta este tipo de reproducción.

Comportamiento pseudosexual, su influencia sobre las hormonas

El mismo comportamiento sexual que llevan a cabo los machos de las especies sexuales de Aspidoscelis se observó en especies partenogenéticas (Fig. 5). Este comportamiento se denomina “pseudocopulación o pseudosexual”, ya que, una hembra se comporta como un macho en la cópula, e intenta aparearse con otra hembra.

Se ha demostrado que este comportamiento está directamente relacionado con el ciclo ovárico y con los niveles hormonales. Se registró que el comportamiento “como hembra” se produce en el estadio preovupreovulatorio del ciclo folicular, cuando los niveles de estradiol son altos, mientras que el comportamiento “como macho” es más frecuente en el estadio postovulatorio del ciclo, cuando los niveles de progesterona son altos (Moore et al., 1985a).
La transmisión del comportamiento pseudosexual “como macho a como hembra” ocurre en la ovulación, paralelamente cuando hay una transición de dominancia de estradiol a dominancia de progesterona (Fig. 6).
Esto sugiere que los niveles de hormona influyen directamente en los cambios de comportamiento como se demostró por la administración exógena de progesterona, que provoca comportamiento pseudosexual, mientras que el estradiol provoca el comportamiento como hembra (Grassman and Crews, 1986). Así, la progesterona dispara el comportamiento pseudosexual “como macho” en la partenogénesis.




Figura 6: Relación entre los niveles de hormonas, el ciclo ovárico y el comportamiento pseudosexual en Aspidoscelis. Tomado de Crews, 1989.
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Consideraciones finales



Dado que la partenogénesis en Squamata produce sólo hembras y favorece que la tasa de reproducción, en términos de potencial de crecimiento poblacional, sea muy grande comparada con aquellos que se reproducen sexualmente, se podría interpretar como una ventaja de la reproducción unisexual. Sin embargo la realidad indica que son muy pocas las especies con este tipo de reproducción.




La reproducción sexual genera la variabilidad entre los organismos de una población, es decir el material crudo sobre el cual actúa la selección natural. Como los organismos no pueden predecir cuál será el ambiente para su descendencia, la producción de progenie ligeramente diferente, resultado de la recombinación genética durante la reproducción sexual, otorga la oportunidad de adaptarse a los cambios del ambiente. Por el contrario, aquellos organismos que se originan a partir de un único individuo, son idénticos genéticamente a su progenitor, por lo tanto no cuentan con las variables genéticas que les permita adaptarse a un cambio brusco del ambiente.



En fin, la partenogénesis es un medio reproductivo que está instalado en varios grupos de Squamata (Tabla 1) y lleva a pensar que esta estrategia reproductiva, por el momento, asegura la continuidad de una especie sin que tener que contar con el aporte genético de los machos.


Articulo # 3

Descubierto un nuevo mecanismo de división celular

Publicado por SINC el 5 Noviembre 2008 en Ciencia 
Investigadores suecos han descubierto un nuevo mecanismo de división celular en un microorganismo que crece en medios ácidos calientes. El hallazgo puede aportar nuevos conocimientos sobre los procesos clave que se desarrollan en células humanas y permitir una mejor comprensión de los principales linajes evolutivos de la vida sobre la Tierra. El estudio se ha publicado en la revista de la Academia Americana de Ciencias,PNAS.
El equipo de investigación del Centro de Biología Evolutiva de la Universidad de Uppsala (Suecia) ha identificado una maquinaria de división celular completamente nueva. El descubrimiento se ha hecho en el microorganismo Sulfolobus acidocaldarius, del grupo de las Arqueas, que fue aislado originalmente de una fuente caliente del Parque Nacional de Yellowstone en Wyoming (EEUU).
Debido a las extremas condiciones en las que vive el organismo (las células crecen óptimamente en condiciones ácidas a 80ºC), éste tiene un gran interés para diversos tipos de investigaciones sobre el origen de la vida en ambientes calientes de la Tierra primigenia y la búsqueda de vida en ambientes extremos en otros planetas. Así lo explica Rolf Bernander, autor principal del estudio.
Los investigadores han identificado tres genes que se activan justo antes de la división celular. Los productos proteicos de estos genes forman una banda angulosa en la mitad de la célula, entre los cromosomas recién segregados, la cual va constriñendo gradualmente la célula hasta que se forman dos nuevas células hijas.
“Es la primera vez en décadas que se descubre un mecanismo de división celular nuevo. Además los productos génicos no muestran ninguna similitud con proteínas relacionadas con la división celular previamente conocidas”, apunta Bernander.
Dos de las tres proteínas están relacionadas con las proteínas eucarióticas denominadas ESCRT, las cuales juegan un papel importante en la formación de vesículas durante los procesos de transporte intracelular y que intervienen también en la gemación (un tipo de reproducción asexual) de virus de la superficie celular.
Los resultados son importantes no sólo para conocer mejor la biología celular de las arqueas y extremófilos, sino también de los principales procesos celulares en el ser humano y en otros organismos superiores. Asimismo, estos datos son relevantes para la comprensión de otros aspectos relacionados con el origen e historia evolutiva de estos procesos.

Fuente: SINC // Universidad de Uppsala.

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